JMV

Web: jmve.org
Email: jmv@planalfa.es
Dirección Postal: Secretariado Nacional de JMV
C/José Abascal, 30 28003 Madrid

J.M.V. Es una asociación de niños y jóvenes que sigue:

  • Un proceso de maduración en línea catecumenal que ayuda al niño, joven, adulto a madurar en su crecimiento de fe, marcándole unas etapas.
  • Una espiritualidad que tiene a Cristo y a María como Centro.
  • Un programa de acción que nos marcará todos los años los objetivos, y actividades a asumir, desde la organización Nacional , Provincial Diocesana y Local (Colegio “San Vicente ”) como pueden ser:
  • Celebraciones, Convivencias, Encuentros, Campeonatos de tiempo libre y formas de ayudar a los Pobres.
Destinatario
  • 5º, 6º de Primaria
  • 1º, 2º, 3º, 4º de ESO
Dias y Horas
Lunes: 4:00 a 5:00 de la tarde
Coordina : Dª Lidia Merino La Asociación organiza múltiples actividades a nivel local , provincial y nacional que aportan a sus miembros un gran enriquecimiento en las relaciones interpersonales.
HISTORIA
La Asociación de Hijos e Hijas de María, que hoy se llama en muchos países, Juventudes Marianas Vicencianas, es de ámbito universal. Nacida de la experiencia del encuentro de Santa Catalina con la Virgen en la Capilla de la rue du Bac, en 1830, goza de aprobación pontifica desde 1847. Sus notas de identidad son: Eclesial, Mariana, Misionera, Vicenciana. Ellas marcan el vivir y el hacer de los jóvenes que forman la asociación. La Asociación de Hijos e Hijas de María, que hoy se llama en muchos países, Juventudes Marianas Vicencianas, es de ámbito universal. Nacida en el seno de la gran Familia de San Vicente de Paúl, su historia está ligada a la expansión de la Compañía de las Hijas de la Caridad y de los Sacerdotes de la Congregación de la Misión (Padres Paúles, Lazaristas o Vicentinos) en su tarea de Evangelización por el mundo entero. También recibe otros nombres según los países: JEUNESSE MARIALE (Francia), VINCENTIAN LOUISIAN FAMILY (Indonesia), ASOCIAZIÓNE MARIANA (Italia)…
Tanto San Vicente de Paúl como Santa Luisa de Marillac, desde sus orígenes, inculcaron en sus hijos e hijas un amor y devoción profundos a María. Dios premió esta iniciativa y se fijó en una sencilla Hija de la Caridad para hacerla mensajera suya, a través de un Sacerdote de la Misión. Y así preparó a la pequeña Zoé, una sencilla campesina, en proceso de crecimiento y buenas costumbres a lo largo de su niñez, adolescencia y juventud. Todo un modelo para los jóvenes de hoy, Catalina gozará de las penas y gozos de una familia; de las dificultades de su época y de las influencias de la sociedad de su tiempo… En el 1997 se celebró el cincuenta aniversario del reconocimiento de su santidad por parte de la Iglesia.
La experiencia bíblica nos dice que siempre que Dios llama pide al hombre un respuesta y le envía a cumplir una misión. recordemos a Samuel, Jeremías, María, … Zoé siente la llamada en su propio lugar natal, Fain Le Moutiers y le responderá a Dios ingresando en la Compañía de las Hijas de la Caridad, en París, como Postulante en 1829 y luego en la Casa Madre en enero de 1830, en el Seminario. La misión que Dios le confía a través de María la sabemos a través de las Apariciones de la Virgen Inmaculada. 1830 es la fecha del hecho histórico que nos alegra recordar. Fue el comienzo de una ASOCIACIÓN MARIANA. Así lo expresa Sor Catalina Labouré en su comunicación al P .Aladel, su Director:
«La Santísima Virgen quiere de Vd. una Misión: quiere que dé comienzo a una Orden, de la cual usted será su fundador y director. Se trata de una cofradía de Hijos e Hijas de María» …
Otro de los mensajes de la Virgen fue la de mandar acuńar la Medalla Milagrosa, que también será la insignia de la Asociación. El Mensaje total de las diversas manifestaciones marianas incidirá en la vida, desarrollo y consolidación del grupo naciente y a lo largo de toda su historia. Las primeras Hijas de María se organizaron en grupos por distintos lugares de Francia. Del 1835 a 1847, se formaron los quince primeros grupos. La primera Hija de María se llamaba Benigna Hairón, procedente como otras muchas de los internados que llevaban las Hijas de la Caridad. Las primeras reuniones se les denominaban: «Cenáculos Marianos». El Superior General, P. Etienne obtiene la Aprobación Pontificia dada por el Papa Pío IX el 20 de Junio de 1847. Dicha aprobación se extiende en 1850 a la rama masculina. El Superior General de la Congregación de la Misión puede establecer la «Sociedad piadosa bajo el título de la Inmaculada Virgen María», en todas las casas de la Congregación en el mundo.
El apoyo prestado por los Superiores Generales, y el aliento, admiración y bendición recibida de los Sumos Pontífices, contribuyeron a la expansión más general. Del ańo 1848 a 1870 la expansión fuera de Francia abarcó a varios países de Europa y de otros continentes. Asia (Filipinas, Líbano). En África: (Egipto) y otros en América. Se contaban 338 Centros en funcionamiento. Es el 19 de Septiembre de 1876 cuando el Papa Pío IX firmaba un Breve por el cual permitía que las jóvenes que no eran alumnas de los colegios de las Hermanas pudieran pertenecer a la Asociación.
En la expansión lograda por la Asociación desde su comienzo, a lo largo del siglo XIX y hasta mediados del s. XX los «Manuales» han sido lazo de unión y vivencia del espíritu. Fueron un compendio de: estatutos, reglamento, y devocionario o vida espiritual. Desde el Primer Manual preparado por el P. Aladel ha habido varias ediciones renovadas por los Padres: Crapez, Triclot, y Henrión. Dichas revisiones se han hecho según la época y las necesidades del momento. Los Congresos Marianos fueron momentos fuertes de Formación y Renovación que la Asociación iba necesitando de acuerdo con el avance de la vida. La vida de fe de sus miembros tuvo sus frutos en la vida social y popular. Los hijos de María, marcados por el compromiso cristiano como otros miembros de la Acción Católica y así se expusieron en momentos difíciles, en los tiempos de la organización del trabajo, obrero, sindicatos, fábricas. La era de la industrialización había llegado y también los conflictos y dificultades para conjugar con una vida cristiana.
En México cuando las Hijas de la Caridad son expulsadas de sus casas y obras, en el ańo 1875, las Hijas de María se harán cargo de sus obras, cuidando de los pobres… La labor desarrollada por la Asociación en las Parroquias como medio de apostolado y santificación personal y del grupo local contribuyó a su consolidación. La canonización de Santa Catalina Labouré en 1947 por el Papa Pío XII enfervorizó los espíritus, preparados para recibir el aire renovador del Concilio con el que se dio un nuevo impulso en vida y en el aumento de miembros en todo el mundo. El aire renovador del Concilio, junto al aumento del número de asociados, dio lugar a nueva estructuración de los mismos que se va perfilando en una nueva nomenclatura. Si desde los comienzo existieron las Hijas de María y aspirantes, luego tomarían diferentes nombres la sección de pequeños: ángeles, mensajeras… cadetes en Francia. Se logra encasillar en edades diferenciadas, de Infantiles, Juveniles, Jóvenes, Jóvenes Mayores, Adultos F.M.V. Familias Marianas Vicencianas y en la actualidad. Como existieron siempre las Hijas de María casadas y las Hijas de María Mayores.
En cada edad o nivel habrá una formación, una exigencia y un compromiso distinto y de acuerdo con el crecimiento de la fe. Cada vez se ha ido dando responsabilidades a los jóvenes dentro de la vida y marcha de la Asociación; responsabilidades que van adquiriendo en el cumplimiento de las VOCALIAS, desde infantiles. A la vez de dar vida al Centro, éste no vive aislado sino que sus miembros deben relacionarse con otros miembros y sentirse parte de la Iglesia Diocesana, para dar sentido a su nota eclesial en todas las fiestas y campańas. Lo mismo a nivel Provincial, Regional y Nacional, asumiendo responsabilidades de relación, coordinación, participación…